No debería contarlo.
Pero cuando tomo café
te imagino a mi lado.
Yo atrapado en esta laptop y
tú, mi niña, haciendo muecas
que sientes que no he notado.
No debería contarlo
Que no dejo de observarte, y
sin darte cuenta, lo dejo todo
para atraparte sin dudar,
en mis labios.
No debería contarlo.
Que tu presencia me envuelve
con la música que estoy escuchando.
Y tus labios de nácar dan miel
al café que estoy tomando.
Meto mano a tus muslos temblorosos
por sentirte mía, y la verdad
para aplacar tus muecas
que sientes que no he notado.
No debería contarlo,
pero te suelo imaginar a diario.
Desnuda, y envuelta de
café que calienta la habitación o
frappé que congela el tiempo de los dos.
No debería contarlo.
Pero te suelo extrañar a diario.
Y, sin embargo.
No hay día en que no te escriba
aunque no estés a mi lado.
Por:
David Rodas
Un 4 de septiembre de 2021 / En una cafetería. / Fotografía de Letras con Café
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dime, y quizás no se corresponder. Más te leeré y comprenderé.