lunes, 31 de octubre de 2016

Todo, de algún modo, todo está bien.



-Me preguntan
Cómo estás?
-Casi siempre respondo:
sobreviviendo.
-Cuando me preguntan
Todo bien?
-Suelo responder:
Todo de algún modo
siempre está bien.

Nos estrujamos
las entrañas.
Nos apretamos
fuerte el alma.
Jalamos los pellejos
donde se alojan las heridas.

Y todo, a pesar,
de todo!
resulta estar bien.

Un vaso con agua.
Una copa de vino.
Una sopa sincera.
Un suculento mangar.

Todo resulta, de algún modo
estar bien.

Camisa rota.
Pantalón nuevo.
Mochila al hombro.
Zapatos para andar en auto.

Constante lluvia.
Paisajes por todas partes.
Detalles qué desbordan
lo imaginado.

Estar a solas,
resulta,
de algún modo,
un encuentro de paz
con uno mismo;
para respirar, para empezar
al día siguiente
y declamar
qué todo está bien.

Estoy aquí, como tú
con miedos.
Estoy aquí, como tú
con dudas.
Estoy aquí, como tú
con tantas preguntas.

Estoy aquí, como tú
con vida.
Y eso implica para mí
qué todo está bien!

La azotea es para mirar
bastas estrellas,
no para que me resguarde
de trilladas tormentas.

El piso está para
saber caer.
Para tener bien plantados
los pies (el corazón)
Para reconocer
la humanidad
que hay en mí
por tu reflejo,
por mi reflejo
ante ti.

Sí me ves
y me preguntas
Como estoy?
Te diré ahora:
Ya no sobrevivo
ahora vivo
A pesar de todo
estoy bien.

Y aquellos que me interrogan
tanto:
por haber elegido
la poesía de la violencia.
Les daré un sincero silencio
para esperar que comprendan
que, a pesar de todo,
todo está bien.


David Rodas
31 de Octubre de 2016 / Coatzacoalcos, México.

(Sin editar) (Fotografía: Libro: Poesías Completas Tomo I / Walt Whitman)

“Todas las verdades esperan en todas las cosas.
No se apresuran a evidencias ni resisten hacerlo:
no necesitan los fórceps obstétricos del cirujano.
Lo insignificante es para mí tan grande como cualquier otra cosa.”
Walt Whitman