Los instintos naturales de mi ser
van creciendo.
en esta jungla
de ignorancia por lo qué es crecer.
Entre hienas y lagartos
me muevo,
en ésta jungla
con luces oscuras por el miedo.
Las calles están
desiertas de seres vivos.
Sólo la habitan seres hambrientos por dinero.
Y en la jungla de ruido
de motores me muevo.
De sombras del olvido
por lo bueno.
¿Donde estás princesa?
Herida mía.
¿Dónde está tu consuelo?
Con mis manos hablo,
y mis oídos ven.
Digo acciones qué amputan
mi ser.
Mis pies recorren calles vacías
de corazones,
con alegría.
Y mi caminar pausado
y mi mirada fija,
buscan tu alma herida.
Ese autobús temblando,
ese taxi vacío.
Me dice qué tu piel
va sangrando,
sangrado de melancolía...
David Rodas
Un 23 de Marzo del 2009