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Hada, déjame ser ---
Déjame
tocar tu cielo
al
filo de la media noche.
Déjame
cantar en tu oído
lineas
del libro de mi vida.
Déjame
recorrer las pendientes
de
tus curvas.
Déjame
estar,
déjame
ser,
en
ti, siempre en ti.
Déjame
permanecer en los picos
de
tu cardiograma.
Déjame
tocar tu cielo
al
filo de la madrugada.
Déjame
cantar en tu oído
estrofas
de lo que he vivido.
Déjame
recorrer los caminos
de
tu pecho.
Déjame
estar,
déjame
ser,
en
ti, siempre en ti....
Ser
el explorador con tantos años
que
tienes de vida,
el
que descubra la quimera
entre
tus piernas.
Déjame
habitar al final
de
tu destino.
Déjame
merecer el pétalo
que
desprendes cuando sueñas.
Déjame
estar,
déjame
ser,
en
ti, siempre en ti...
Déjame
obsequiarte la luciernaga
que
habita en mí.
Ser
el desconocido
que
cada día te merece,
te
conquista, te encuentra.
Para
tocar tu cielo
al
filo de la media noche,
para
cantar a tu oído
en
la madrugada.
En
ti, siempre en ti
déjame
ser...
David
Rodas
Un
24 / 26 de Mayo del 2014 / Coatzacoalcos, México.
Derechos
Reservados (Poema y dibujo inconclusos, tal cómo soy, un pendiente a
la eternidad...)