lunes, 8 de abril de 2013

----EN UN PARQUE OLVIDADO----



Hoy rompí con mi navaja
el colchón usado donde duermo,
saque los tres últimos billetes y
mi moneda de la suerte.

Me arroje a la jungla de concreto,
a volverme rico inmediatamente.

Visite todo tipo de negocios artificiales,
ofertas sembradas con anzuelos mortales,
propuse proponiéndome negocios bien habidos.
Productos de recursos insospechables.
Camine largo y tendido,
sin comer ni un solo bocado.
Estuve en USA, me sentí un chino en la fayuca; 
<< me dije>>.

Tres últimos billetes me sobraban
para volverme rico.
Mi moneda de la suerte,
se cayo en un parque olvidado,
sus viejos árboles
no se esperaban la visita
de un forastero de la calle.

Me senté durante miles de horas,
observando a las palomas;
que sin pedir boronas:
se las pasan de maravilla,
una me barnizo y sonreí;

Muchos autos extranjeros y
yo con mi moneda extraviada.
Pasaron otras miles de horas
en aquel parque olvidado,
un árbol me guiño con una hoja
que acaricio mi rostro,
un perro que su única ley
es no bañarse para no ser acariciado,
me saludo con un ladrido oxidado.

El viento de un cielo nublado
saco la estaca de mis dudas,
el sol jugueteaba con jugar a las escondidas;
miles de horas pasaron una vez más y
yo en ese parque olvidado
sin encontrar mi moneda extraviada,
¡vaya suerte la mía!.
Otra paloma aterriza
en la única rama encima mía,
me levanto para tropezarme
con la única piedra que en el parque había.

Intentándome hacer rico,
vi la hoja que me había acariciado,
el perro arrojo otro ladrido oxidado:
vaya sorpresa la mía:
encontré mi moneda extraviada,
a un costado de ese viejo árbol,
no les miento cuando me dijo:
desde que tengo raíces
nadie me había visitado…
Regreso al colchón
a guardar mis tres billetes y
mi moneda de la suerte,
sintiéndome el hombre mas inmensamente rico,
por hacer feliz a ese árbol en aquel parque olvidado.


Por:
          DavId Rodas
Un 7 de Enero del 2013-2021 / Coatzacoalcos, México.
DERECHO RESERVADO (EL PARQUE OLVIDADO)
Imagen de Google.

miércoles, 3 de abril de 2013

---Por ahora puedo respirar---

















Vendrá otra tormenta, lo sé.
Por ahora puedo respirar.
Como Colón llegaré a puerto ajeno:
No a robar sino a cosechar.

Vendrá otra tormenta, lo sé.
Por ahora puedo nadar.
Con la música me deslizaré en mi destino.
Libero todo gramo de sal de mi cobertizo.

Vendrá otra tormenta, lo sé.
Por ahora puedo respirar.
Como viejo naviero, navegaré.
Al mar en ruinas: vida oculta resurgirá.

Vendrá otra tormenta, lo sé.
Tenía dos abriles y tres inviernos
Cuando por fin: respire.
Música mía sostén de melancolías:
Que curan heridas.

Vendrá otra tormenta, lo sé.
No empacaré para eterno viaje.
hoy respiro, nado:
En viejo y nuevo mar:
Con lanza del destino en mano.

Por:   
        David Rodas
Un 3 de abril del 2013 / Un día especial en mí.