Tristeza en tu mirada,
espadas clavadas en el corazón.
Quién dijo qué amar no era sinónimo de
riesgo?
Amar, preciada válvula del motor qué nos
hace andar.
Daño sin revés.
Daño rebelde.
Daños de gotas qué brotan.
Mira y lee bien:
Qué cada gota cristalizada de tú rostro,
sean perlas de frases qué queden en el
libro del olvidó.
Y vuelve a ti observado la grandeza de las
nubes qué te rodean.
Los detalles brillosos qué iluminan la
vida.
Desnuda tu mirada,
toma pincel o lápiz
y píntala de colores de esperanza.
Mira y lee bien:
Vuelve a ti,
observando la grandeza de las estrellas en
la noche.
La luz que desprenden los detalles que
atraviesan tu vida.
Viste tu mirada de colores e invéntate con
alegría.
Abandona tristeza y melancolía
en el libro del olvido.
Vuelve a ti,
con más libros de esos donde se plasman los
buenos pensamientos.
Prohibido prohibirte amar,
prohibido extraviar esperanza,
prohibido volverte contra ti.
Tristeza es lo que envuelve tu mirada,
y tu corazón envuelve de esperanza a tu
alma.
Mira y lee bien:
Vive, atrévete a vivir,
Amar y volver a sonreír.
Viste tu mirada de colores que te inventes.
Ve al mar,
lanza un beso
y sabes algo...
Se te regresara envuelto
de mil colores en tu mirada...
Sabes algo...
Te quiero y no me importa el saber porque...
Por:
David De Bergerac
7 Agosto 2012 / Coatzacoalcos, México.