Está maldita
soledad
que a todas
partes
me acompaña.
No creo en
los amores
de iglesia
ni de cantina.
El beso es
un fruto
que nace en
la
estación del
descuido.
Está bendita
alegría
que de vez
en cuando
me visita.
No creo en
las caricias
que entran
por la falsa
puerta ni en
las que
se trepan
por engañosas
enredaderas.
El beso es
una ola
que se
atrapa por la
cercanía de
la Luna
con el mar,
donde nadan
desnudos
dos amantes.
Está añeja
soledad
que me viste
cuando me
quiero
quitar la ropa.
Los besos
son temblores
que surgen
cuando
se acomodan
las placas
tectónicas
de dos corazones.
No creo en
los abrazos
en la
despedida
ni en los
besos secos
de un nuevo
comienzo.
Para
mentiras las de
la realidad
dijo el
canalla
canta autor.
Para
verdades las
metáforas
que se
anidan
cuando se
unen dos
ombligos
digo yo.
Bendito amor
que siento
por todos
en mi amada
soledad.
Por:
David Rodas
13 de Enero
del 2014 / Coatzacoalcos, México.
Derechos
Reservados (Un beso de dos y mi amada soledad)